La osteopatía es una disciplina holística de diagnóstico y tratamiento que tratan las disfunciones de movilidad de los tejidos en el cuerpo facilitando la autorregulación del organismo ante cualquier patología, dando al cuerpo las herramientas necesarias para su autocuración. La osteopatía actúa sobre las causas de la enfermedad y no solo sobre sus efectos, y trata al paciente en su totalidad con un razonamiento adaptado. En este sentido, la osteopatía pediátrica trata las disfunciones osteopáticas del recién nacido en relación con los partos difíciles y los trastornos que producen.
El arte de la osteopatía pediátrica consiste en conocer muy bien qué es lo que está afectado, su etiología y cómo tratarlo. El tratamiento osteopático en neonatos es una disciplina muy conocida por su eficacia y prevención, sin embargo es una técnica relativamente reciente en España. En países como Francia y EE.UU. los bebés y niños pasan rigurosamente revisiones con los osteópatas pediátricos de forma periódica.
Leer másDurante la gestación, el bebé sufre cambios, estando sometidos a fuerzas intrauterinas y posibles encajonamientos dentro de la pelvis de la madre. Además, durante el parto también sufre fuerzas externas, sobre todo a nivel craneal, debido entre otras cosas a los instrumentales que se utilizan durante este proceso. Nos obstinamos en tumbar a la madre en una camilla para que empuje, cuando lo más sencillo sería utilizar la gravedad y no obligar a tener que tirar de la cabeza del bebé durante el expulsivo. La base del cráneo es una zona muy delicada. En ella se encuentran nervios importantes como el neumogástrico, que es el encargado de controlar la respiración y la digestión, y, por lo tanto, ocasionar tensiones precisamente en esa región puede provocar futuros problemas relacionados con los cólicos del lactante, las otitis de repetición y un largo etcétera.
Mediante la osteopatía pediátrica tratamos las patologías más comunes que afectan al recién nacido y al niño como la plagiocefalia (deformación craneal), otitis de repetición, tortícolis congénita, cólico del lactante, obstrucción del lagrimal, escoliosis, problemas de succión, estreñimiento, torsión tibial, pie zambo etc…